Cuando trabajo con empresas o personas sobre una estrategia sostenible en Redes Sociales, mis preguntas siempre son las mismas: para qué quieres estar en Redes y en cuál Red quieres estar. Si bien estas preguntas parecen tener respuestas obvias, no lo son, y por ello, es muy importante investigar a fondo las motivaciones de cada uno:
¿Cuál es el sentido de estar en Redes?
Para mi sorpresa, dos empresarias con largas trayectorias en el mercado, me confesaron que ya no quieren estar en Redes y se plantean seriamente dar de baja sus cuentas y las de su empresa. Más precisamente: ya no quieren estar en Instagram.
A esta altura nadie duda del impacto de esta red, y por eso mi enorme sorpresa y cierta preocupación por su estrategia de comunicación. La razón parece ser siempre la misma: la resistencia a mostrar su vida diaria, la de su familia, de sus días de descanso y con los amigos: la negativa de estar expuesto de forma abierta, total, diaria y de forma cercana frente a miles de conocidos desconocidos.
- “No quiero tener que bailar o cantar de mañana”
- “Qué pereza sacar fotos de cada almuerzo con mis amigas”
- “Mis hijos me matan si les saco fotos cuando estamos juntos”
- “La intimidad de mi familia es sagrada”
- “Que contradictorio tener cena íntima con mi marido y a la vez postearla en Redes”
Todos estos argumentos son totalmente válidos y razonables. Por eso, siempre planteo la mismas preguntas: ¿Cuáles el objetivo de tener Redes Sociales? Las respuestas pueden ser lo de más diversas y la clave es actuar en consecuencia.
No tan sencillo como parece
Cuando trabajo con empresas o personas sobre una estrategia sostenible en Redes Sociales, mis preguntas siempre son las mismas: para qué quieres estar en Redes y en cuál Red quieres estar. Si bien estas preguntas parecen tener respuestas obvias, no lo son; no todas las empresas quieren vender productos, ni todas las personas quieren vender sus servicios o conseguir trabajo. Por esta razón, es muy importante investigar a fondo las motivaciones de cada uno:
- Si es vender producto: cuánto, en qué periodo, qué producto, a qué tipo de público, cuáles son los precios y margen de ganancia.
- Si es solamente tener presencia; que imagen se quiere mostrar, qué impactos se quiere lograr, a quién se quiere contactar
- Si se quiere vender servicios: cuáles son, a quién estar dirigidos, ¿tiene sentido seguir y que nos sigan los amigos?
- Si se quiere impresionar a los colegas; de qué manera se los atrae, cuáles colegas interesan, qué imagen se quiere proyectar
La segunda pregunta que les hago, es: cuánto están dispuestos a invertir de tiempo y dinero para lograr sus objetivos. El costo emocional, ya sea por mostrar los distintos aspectos de la vida privada a diario, y el costo económico, son factores definitivos para definir la inversión que se quiere realizar y poder así, estimar una proyección lo más realista posible.
Triunfar no es saturar a tus seguidores
Una vez definido nuestra inversión tanto en lo económico como en lo personal, la clave es trabajar en la autenticidad y en aportar valor a tu audiencia. Crear contenido útil, entretenido o inspirador, alineado con tus intereses y los de tu público, es más poderoso que seguir tendencias que no conectan con tu estilo. Publicar consejos prácticos, tutoriales, historias relevantes o soluciones a problemas específicos permite construir una comunidad interesada en lo que ofreces sin necesidad de recurrir a elementos que no te representen.
Por otra parte, la consistencia en tus mensajes y la interacción con tus seguidores son claves para que las Redes funcionen; mantener un calendario de publicaciones que refleje calidad antes que cantidad, y responder a los comentarios y mensajes de tu audiencia de manera auténtica es el GRAN valor que va a a tener tu marca.