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La clave del éxito: coherencia y cercanía

Muchos emprendedores confunden el éxito, entendido éste como los famosos 15 minutos de gloria que puede ofrecer un posteo que recibe muchos Likeits, un alto número de seguidores o la realización de un evento con gran cobertura en medios y asistencia de público, con lograr un negocio  que sea rentable.

En la vida y en los negocios queremos que todo sea ya; una relación de pareja que fluya de forma natural aunque sea tenga un par de meses, o una marca que compita en seguidores y ventas con otra que tiene décadas en el mercado. Esto parece ser algo obvio y sencillo de entender, pero muchas veces nuestros clientes quieren resultados inmediatos con acciones con acciones de corto alcance pero que generan ruido, impacto y destellos. En esta inmediatez, nos perdemos en contar los seguidores nuevos de la última semana, o los Likeit al último posteo o si algún Influencer habló de nosotros en sus redes. Está son las métricas que se utilizan a veces para medir el éxito de un negocio, sin tomar en cuenta lo que dicen nuestros números de venta. Y lo que es más importante aún, es si estos números coinciden con lo que habíamos fijado en los objetivos de nuestro Plan de Negocios anual.

El principal desafío que hoy enfrentan los empresarios no es ser exitosos, sino mantener un nivel de ventas en aumento constante y sonante, junto a una clientela fiel que lo siga y prefiera año a año. El desafío no consiste en lanzar una marca al mercado, sino lograr que esta perdure en el tiempo, que sea redituable y que permita invertir en ella de forma periódica para lograr crecimiento y expansión.

Por eso al momento de crear y trabajar en una marca, es fundamental trabajar con un plan de negocios que contemple las estrategias y acciones en un plazo no menor a dos años. De esta manera, si bien el plan podrá sufrir modificaciones, tendremos un mapa de ruta claro que nos permitirá sortear las dificultades que la marca podrá enfrentar una vez que ingrese en el mercado. Una vez definido este plan, podremos comenzar a trabajar en una hoja de ruta que nos permita establecer objetivos y acciones en las próximas semanas, meses y años. Así podremos hacer un control medible, objetivo y real de nuestros logros y posibles ajustes.

Gran parte del éxito para perdurar en un mercado competitivo se encuentra en la coherencia y continuidad en nuestra estrategia de posicionamiento y la forma que nos comunicamos con nuestros clientes. Los consumidores buscan marcas con una identidad clara, valores sólidos y una comunicación auténtica con la cual identificarse y conectar. Cuando cada acción y mensaje de una empresa está alineado con sus valores fundamentales, se construye una narrativa creíble que genera confianza y fidelidad. La coherencia no solo aplica a lo que decimos, sino también a cómo lo decimos: desde el tono de nuestras campañas hasta el trato personalizado en cada interacción.

Es esencial mantener una comunicación cercana con los clientes, escucharlos y adaptarnos a sus necesidades sin perder la esencia de lo que representamos. La continuidad en nuestra forma de comunicarnos refuerza nuestra presencia en su mente y les da la seguridad de que pueden contar con nosotros. En conclusión, el éxito sostenible de cualquier estrategia depende de dos pilares fundamentales: la coherencia en los mensajes y la cercanía en la relación con nuestros clientes.

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